¿Plato grande, sprints y puertos en el invernal?

¿Plato grande, sprints y puertos en el invernal?

¿Cuántas veces hemos oído aquello de que en el invierno ciclista no se debe poner el plato grande, ni subir puertos, ni apretar más de la cuenta?
 
En realidad es así, pero saber el motivo nos puede evitar la típica imagen del ciclista bajando un falso llano a más de 120 pedaladas por minuto con tal de no meter el plato, casi saliéndose del sillín de su bicicleta. Tampoco es eso.
 
El invernal es tiempo de hacer kilómetros, de acumular, con esfuerzos medios prolongados, de “hacer sillín”,… en definitiva, conseguir la famosa base. Si uno comete esfuerzos, necesita recuperarlos, con lo que el tiempo que pasa mientras descansa es tiempo que pierde de entrenamiento, de más carga. En invierno hay que cargar, cargar y cargar, pero con esfuerzos que puedas recuperar de un día para otro, así mañana puedes seguir cargando y cuando hayas creado la máxima base posible, llega el momento de dar el salto, la chispa, la velocidad, de utilizar todo lo acumulado para conseguir ese extra.
 
Por eso se dice que no se deben subir puertos. Por un lado porque te exigen un esfuerzo superior al del llano, y por otro porque todo lo que sube baja, y mientras desciendes haces kilómetros sin pedalear. Es como una serie, haces un gran esfuerzo y después una recuperación. En el invernal buscamos un continuo, aunque haya series, son largas y de mediana intensidad, con recuperaciones muy cortas y no mucho más livianas que la serie en sí misma. Además, en los descensos de los puertos, se  puede coger frío en esta época.
 
Y el plato grande no se suele poner porque en esta fase se pretende una cadencia media o incluso ágil. Al meter plato grande, es muy difícil ir a más de 80 de cadencia, vas muy atrancado. Eso sí, si estás en bajada y las piernas no dan más de sí, debes poner el plato grande.
 
Es tiempo de tener paciencia. Piensa que esta fase tiene una duración determinada y no muy larga (depende de cada caso) y que al finalizarla podrás volver a “dar leña” a los pedales.